EL PROYECTO TAN
La historia del TAN comienza mucho antes de que lo ocupásemos. El Telar de Prádena se edificó para ser un centro de artesanía y cultura en 1991, por la Asociación Talleres San Pablo, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento del Municipio. La Asociación, que basaba sus principios de producción y creación en la antroposofía, comenzó como proyecto de tejeduría con métodos tradicionales en 1987, siendo Gerda Kramer su precursora. Entre sus objetivos estaban, generar empleo y formación para mujeres del pueblo, promover el intercambio cultural con convivencias para jóvenes belgas, italianos y alemanes, también realizar talleres de arte impartidos por artistas internacionales y realizar conciertos al aire libre. La Asociación recibió varios reconocimientos y premios por la calidad de sus diseños textiles. Pero por motivos personales el proyecto cesó su producción en 2005.
Por nuestra parte, la necesidad de crear un nuevo escenario de convivencia que fusiona el arte, lo rural y los principios de la vida sostenible, nos llevó a encontrar este espacio que adquirimos en 2019. Y comenzamos su rehabilitación apoyándonos en la herencia recibida, pero también conscientes de la necesidad de resetearlo y moldearlo desde la reflexión y la experiencia contemporánea, para crear nuevos imaginarios que contribuyan a crear una noción de comunidad viva, interdependiente y ligada a la tierra, donde el valor ecológico es esencial.
Desde el inicio comenzamos a desarrollar varías líneas de autofinanciación con nuestros recursos, siendo la producción de obras de arte la principal fuente de ingresos.
A esta actividad le acompañan desde 2021 las residencias artísticas, los talleres de arte contemporáneo y las experiencias de convivencia creativa en la naturaleza.
Objetivos
Entre los objetivos a largo plazo del TAN están:
- Generar una acción cultural que inspire hacia nuevas formas de relación, custodia y cuidado del territorio ecológicamente más justas y sostenibles.
- Acercar el arte contemporáneo al mundo rural.
- Generar redes de intercambio de saberes.
- Crear nuevos imaginarios de vida y desarrollo rural apoyándonos en el arte contemporáneo.
- Generar redes y entender las relaciones campo-ciudad desde el diálogo, que contribuya a generar comunidades resilientes que sean capaces de integrar las propuestas ecológicas, tecnológicas y sociales.
- Generar empleo.
- Crear un modelo de convivencia en el ámbito rural, que se adapte a las necesidades surgidas por la globalización que exacerba los intercambios, donde las distancias se disuelven y transitamos hacia la deslocalización de vidas, ideas y formas culturales. El arte, lo rural y los principios de la vida sostenible nos llevaron a encontrar este espacio, cuyo uso dotacional, debe estar destinado a la cultura, la artesanía, la agricultura, la educación y el arte.
Espacios
El Telar cuenta con más de 8.000 m² de extensión y 500 metros de instalaciones, entre las cuales está nuestra casa, el gallinero, un almacén de aperos, el atelier de arte, una sala de exposición y talleres, y la casa donde alojamos.